Después de más de un año de conflicto en Gaza, Israel y Hamas han llegado a un acuerdo de alto el fuego que abre una ventana de esperanza para la región. Mediado por Estados Unidos, Egipto y Qatar, el pacto establece un intercambio de rehenes y prisioneros, y será implementado en varias fases. No obstante, el camino hacia la estabilidad sigue siendo incierto debido a las tensiones políticas internas y los riesgos de nuevas escaladas.
Contexto del conflicto
El enfrentamiento entre Israel y Hamas se intensificó en los últimos 15 meses, dejando miles de víctimas y generando una grave crisis humanitaria en Gaza. El conflicto comenzó con un ataque masivo por parte de Hamas y llevó a una respuesta militar israelí que ocupó un tercio del territorio de Gaza.

Detalles del acuerdo
El pacto firmado el 15 de enero establece una tregua inicial de seis semanas, durante las cuales Hamas liberará 33 de los 98 rehenes israelíes retenidos. A cambio, Israel liberará a cientos de prisioneros palestinos. Este periodo también permitirá negociar la retirada israelí y el futuro de los rehenes restantes.
Desafíos y riesgos
El acuerdo enfrenta numerosos obstáculos. Hamas está dividido entre líderes fuera de Gaza, que favorecen la negociación, y sus comandantes en el enclave, liderados por Muhammad Sinwar, quien ha sido reticente a ceder. Por otro lado, Israel busca garantías de seguridad mientras enfrenta oposición de ministros radicales dentro del gabinete de Netanyahu.
Implicaciones políticas
El papel de EE.UU. ha sido crucial, con la administración de Donald Trump presionando a ambas partes para evitar prolongar el conflicto. Este acercamiento contrasta con los esfuerzos diplomáticos de Joe Biden, menos populares en Israel. Además, el primer ministro Netanyahu deberá gestionar tensiones dentro de su coalición de gobierno, ya que sectores de extrema derecha rechazan la tregua.
Futuro del proceso
Si el alto el fuego se mantiene, se espera avanzar en un acuerdo a largo plazo que podría incluir una alianza regional entre Israel y Arabia Saudita. Sin embargo, las tensiones internas y la posibilidad de un regreso a las hostilidades mantienen el panorama incierto.


