Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, fue asesinado en un bombardeo israelí en Beirut. El grupo promete continuar su lucha tras su muerte.
El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, fue declarado muerto tras un intenso bombardeo llevado a cabo por las fuerzas israelíes el viernes, dirigido contra el cuartel general del grupo militante en Beirut, Líbano. Esta información fue confirmada el sábado por el Ejército de Israel. Posteriormente, Hezbolá emitió un comunicado oficial en el que se confirmó la muerte de Nasrallah.
Hassan Nasrallah fue uno de los fundadores de Hezbollah, organización que surgió hace aproximadamente cuatro décadas con el respaldo de Irán. Bajo su liderazgo, el grupo se transformó en una de las fuerzas paramilitares más influyentes y poderosas de la región de Oriente Medio. En la noche del viernes, Israel intensificó sus ataques en el sur de Beirut, enfocándose en lo que se ha descrito como almacenes de armas pertenecientes a Hezbollah. Los medios de comunicación estatales en Líbano han reportado que se han registrado víctimas como resultado de estos ataques.
Cabe destacar que Nasrallah ya había sido objeto de un atentado en meses anteriores, en el cual una bala pasó muy cerca de su oreja derecha. En el contexto del conflicto actual, Líbano ha visto el desplazamiento de más de 100.000 personas, aunque las autoridades locales han indicado que la cifra real podría ser significativamente mayor. El ministro de Sanidad libanés declaró a CNN que “es probable que haya hasta medio millón de desplazados internos”.
Tras la confirmación de la muerte de su líder, Hezbollah emitió un comunicado en el que reafirmó su compromiso de “continuar su lucha para confrontar al enemigo”. En este comunicado, el grupo calificó a Nasrallah como un “mártir sagrado” y destacó que había liderado la organización desde 1992. Además, el grupo describió su muerte como resultado de un “traicionero ataque aéreo sionista en los suburbios del sur” de Beirut.


