Un estudio reciente sugiere que una mutación del virus de la gripe aviar podría aumentar las posibilidades de que este virus se transmita entre humanos. Este hallazgo proviene de una investigación realizada en ganado vacuno infectado, que indica que una sola mutación podría ser suficiente para que el virus prefiera un tipo de proteína en la superficie celular y utilice receptores humanos. El estudio fue publicado en la revista Science.
Investigación sobre el virus de la gripe aviar
Muchos científicos habían creído que se requerían al menos dos mutaciones para que el virus de la gripe aviar pudiera transmitirse entre humanos. Sin embargo, un grupo de investigadores, financiado por los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, ha señalado que un cambio en el virus podría significar que la probabilidad de que ocurra esta transmisión es mayor de lo que se pensaba anteriormente.
La Organización Mundial de Sanidad Animal ha informado que la actual circulación del virus en el ganado lechero de los Estados Unidos “está suscitando preocupación en la comunidad internacional”. La enfermedad viral causada por el virus de la influenza A circula principalmente entre aves silvestres y domésticas, aunque también puede infectar a otros animales, incluidos mamíferos, aunque estos casos son raros. Los virus de la gripe aviar se clasifican en subtipos según las proteínas en su superficie: hemaglutinina (H) y neuraminidasa (N), como el H5N1 o el H7N9. Algunos de estos subtipos, como el H5N1, han estado propagándose por el mundo desde 2020 y se consideran altamente patógenos debido a su capacidad para causar enfermedades graves y, ocasionalmente, la muerte en humanos.
Los virus suelen infectar a los humanos a través del contacto directo con aves infectadas o sus secreciones, así como superficies contaminadas. La investigación fue liderada por Ting-Hui Lin del Instituto de Investigación Scripps en La Jolla, California. El equipo se centró en una cepa del clado 2.3.4.4b, que fue detectada en ganado bovino en marzo pasado.
Mutaciones y su impacto en la transmisión
Los investigadores descubrieron que el virus había cambiado su afinidad hacia las células humanas. Este cambio representa un paso crítico hacia la posibilidad de que el patógeno se transmita a los humanos, lo que podría dar lugar a brotes epidémicos. Según el estudio, esta “mejora en la adherencia a las células humanas” se observa especialmente cuando se combina con otra mutación (Asn224Lys). Los hallazgos “refuerzan la necesidad de una vigilancia genética constante”, afirmaron los autores del estudio. También advirtieron sobre el potencial pandémico si las mutaciones continúan acumulándose en el genoma del virus.
Aunque el virus bovino aún no es transmisible a los humanos, la ocurrencia de casos leves en personas que han estado en contacto con animales infectados demuestra que el virus puede adaptarse a nuevas especies. En un comunicado, los investigadores aclararon que “el hallazgo experimental Q226L no es patógeno en este momento, pero podría ser un punto de partida para una pandemia generalizada”. Es probable que se necesiten otras mutaciones genéticas para que el virus se vuelva transmisible entre humanos.
Recomendaciones de salud pública
Tras conocerse los resultados de la investigación, se ha señalado que “la amenaza de alta patogenicidad exige atención mundial urgente, ya que trasciende sus orígenes aviares y afecta cada vez con mayor frecuencia a mamíferos domésticos y salvajes”. La agencia sanitaria recomendó que, en un diálogo reciente con Infobae, Pablo Plaza, veterinario, doctor en biología e investigador de la Universidad Nacional del Comahue y Conicet, comentó que “es necesario que las áreas de sanidad animal del país tengan en cuenta el llamado de la OMS y las directrices de la FAO”.
“También es importante que los trabajadores que están expuestos consideren medidas de seguridad. La población siempre debe consumir leche pasteurizada para garantizar la seguridad alimentaria”, agregó.
En cuanto a la situación en América, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) notificó en 2022 un total de 61 infecciones humanas por el virus A(H5N1) en cuatro países de la región: Canadá, Chile y Ecuador. El aumento de casos se ha concentrado en los meses de octubre y noviembre de 2024, siendo la mayoría (59%) de los casos asociados a enfermos. El 5% de las fuentes de exposición han sido identificadas. Entre los casos registrados durante este año, el 96% corresponde a adultos mayores de 18 años. Los síntomas comunes incluyeron conjuntivitis (90%) y fiebre (29%). Un análisis genético de las cepas identificadas mostró que el 21% presentó la mutación 2.3.4.4b, la cual ha mostrado ser relevante, incluyendo las mutaciones Q226H y E627K, que están asociadas a la adaptación en mamíferos.


