
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha rechazado el reconocimiento del Estado de Palestina, que ha sido anunciado por varios países occidentales, al considerarlo un “gesto meramente simbólico”. La postura de Washington se centra en “una diplomacia seria” y en la búsqueda de soluciones concretas a los conflictos en la región.
Los recientes pronunciamientos de naciones como Reino Unido, Australia, Canadá y Portugal en la Asamblea General de la ONU han marcado un cambio significativo en la diplomacia internacional, al apoyar la solución de los dos estados. Este lunes, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se unió a este grupo a través de su discurso en la misma asamblea. Este giro en la política de potencias occidentales y aliados de Estados Unidos se ha visto impulsado por los recientes bombardeos de Israel y la crisis humanitaria en Gaza.
Un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos declaró: “Nos centramos en una diplomacia seria, no en gestos meramente simbólicos”. Este comentario fue enviado a Europa Press y subrayó que las prioridades de Washington incluyen “la liberación de los rehenes, la seguridad de Israel y la paz y prosperidad para toda la región, que solo son posibles sin Hamás”. Esta postura reafirma la línea dura del gobierno estadounidense hacia Palestina, similar a la adoptada en 2024, cuando se vetó un proyecto de resolución que buscaba admitir a Palestina como miembro de pleno derecho en la ONU.
En su discurso ante la Asamblea General de la ONU, el presidente Macron afirmó: “Fiel al compromiso histórico de mi país con Medio Oriente y con la paz entre los pueblos israelí y palestino, declaro que Francia reconoce el Estado de Palestina”. Además, el mandatario francés anunció que otros países como Andorra, Bélgica, Luxemburgo, Malta, Mónaco y San Marino también formalizarán el reconocimiento de Palestina, lo que Macron calificó como una acción “en beneficio de la paz y la seguridad para todos en Medio Oriente”.
Macron enfatizó que “este reconocimiento es la única solución que traerá la paz a Israel”. Recordó el compromiso histórico de Francia con la seguridad de Israel, incluso frente a ataques provenientes de Irán, y mencionó la “herida aún abierta” del atentado del 7 de octubre de 2023. El presidente francés también abogó por la necesidad de “neutralizar políticamente” a Hamás y a aquellos que incitan al odio antisemita. Además, condicionó la apertura de una embajada francesa en Palestina a la liberación de los rehenes y a la firma de un acuerdo de alto el fuego.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha calificado estos reconocimientos como una “recompensa” a las atrocidades cometidas por Hamás y ha acusado al presidente Macron de “alimentar el odio antisemita” al promover esta iniciativa.