La desaparición de María Ercira Contreras ha generado un gran revuelo mediático y ha llevado a su familia a señalar a una posible sospechosa en el caso.
Carla Hernández, quien es la nieta de la desaparecida, ha manifestado que sus sospechas recaen sobre Mónica Kleiner, la propietaria del Fundo Las Tórtolas, donde Contreras fue vista por última vez. Este incidente ocurrió el 12 de mayo de 2024, coincidiendo con la celebración del Día de la Madre, lo que ha intensificado la atención pública hacia el caso.
En una entrevista con Página 7, Hernández expresó: “Yo no sé si ella es autora material, encubridora o cómplice, no lo sé, pero sí sospecho de ella. Ya a estas alturas es inevitable sospechar de ella”. La nieta de Contreras ha indicado que Kleiner abandonó el país poco después de la desaparición de su abuela, lo que ha levantado aún más dudas sobre su implicación.
Hernández también mencionó que Kleiner firmó un acta en la que supuestamente entregó los videos y el sistema de vigilancia del fundo, junto con otro miembro de la Policía de Investigaciones (PDI). Sin embargo, la nieta de Contreras cuestiona la validez de esta entrega, afirmando que “a eso le ponen un número de evidencias que corresponde a nada”.
“Rotulan algo inexistente, ella firma que entrega algo que corresponde a nada. Eso también me hace sospechar de ella”, agregó Carla Hernández, subrayando la falta de claridad en el proceso de investigación.
Por último, la familia de María Ercira Contreras ha tomado medidas legales, y su abogado ha solicitado la localización de Mónica Kleiner a través de Interpol, en un intento por esclarecer la situación y encontrar a la adulta mayor desaparecida.


