La emblemática ciudadela inca de Machu Picchu se encuentra en una situación crítica, ya que podría perder su estatus como una de las “nuevas maravillas del mundo”. Esta advertencia proviene de la organización New 7 Wonders, que ha señalado preocupaciones sobre la gestión del turismo en el sitio, lo que ha llevado a la posibilidad de que se retire esta distinción. Entre los problemas mencionados se encuentran la “alta presión del turismo sin gestión sostenible, el incremento de precios, el riesgo de afectación al patrimonio histórico y prácticas irregulares vinculadas a la venta de entradas”, según un informe de la agencia Efe.
New 7 Wonders ha indicado que los “principales responsables de la toma de decisiones” a nivel nacional, local y del Congreso han recibido propuestas para “implementar un plan estratégico de transformación de Machu Picchu”. En un comunicado, la organización enfatizó que “la permanencia, justificable y creíble, de Machu Picchu como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo bajo nuestra jurisdicción depende de ello, lo cual sigue siendo nuestro objetivo primordial”.
Además, se ha señalado que la zona enfrenta “conflictos sociales, descoordinación entre instituciones y empresas turísticas, y quejas reiteradas por parte de los visitantes”. Estos factores, según el diagnóstico de New 7 Wonders, “podrían seguir afectando la imagen del Perú” y comprometer la credibilidad de Machu Picchu como una de las “nuevas 7 maravillas del mundo”.
En respuesta a estas preocupaciones, el Ministerio de Cultura de Perú emitió una declaración en la que afirmó que “la protección del Santuario Histórico de Machu Picchu no está siendo vulnerada”. En su comunicado, el ministerio subrayó que la Unesco es el único organismo competente para establecer recomendaciones sobre la conservación y tratamiento de la ciudadela. “La Unesco es el único organismo competente para promover, en todo el mundo, la identificación, protección y preservación del patrimonio cultural y natural, considerado su valor universal excepcional para la humanidad”, se indica en la misiva.
El ministerio también citó los informes de la cuadragésima séptima Reunión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, que tuvo lugar en julio en París, donde se valoraron las mejoras en la gestión de visitantes y la implementación de herramientas de monitoreo y conservación del santuario. “Somos enfáticos en precisar que la conservación y protección del Santuario Histórico de Machu Picchu no está siendo vulnerada”, afirmaron, destacando que el destino turístico no está inscrito en la ‘Lista del Patrimonio Mundial en Peligro’ de la Unesco.
El ministerio también mencionó que en la primera semana de agosto se llevó a cabo la Primera Escuela Internacional de Campo “Desafíos del Turismo y Uso de las Tecnologías de la información y comunicaciones: el caso de Machu Picchu”, donde aproximadamente 40 expertos y especialistas de diferentes países visitaron la ciudadela para proponer soluciones innovadoras para el turismo responsable y sostenible, así como para resaltar el patrimonio cultural inmaterial en la gestión de sitios y la resiliencia de las comunidades locales.
La advertencia de New 7 Wonders sobre la situación de Machu Picchu no es nueva. La organización ha indicado que los garantes del resguardo de Machu Picchu han recibido desde hace tiempo propuestas para implementar un plan estratégico de transformación. También se han mencionado los conflictos sociales recientes en la región de Cuzco, así como la descoordinación entre instituciones y empresas turísticas, y las quejas de los visitantes, factores que podrían seguir afectando la imagen del Perú y comprometer la credibilidad de Machu Picchu como una de las “nuevas 7 maravillas del mundo”.
El ministro de Cultura de Perú, Fabricio Valencia, anunció en el Congreso peruano que se proyecta que más de 1,5 millones de turistas visiten Machu Picchu en 2025. Desde el inicio del año, se han vendido más de 1,4 millones de entradas, cifras que superan el récord histórico alcanzado en 2019. Actualmente, Machu Picchu permite la entrada de hasta 4.500 visitantes diarios en la temporada regular, que va de noviembre a junio, y hasta 5.600 turistas por día en la temporada alta, de junio a noviembre. Sin embargo, el mismo día en que el ministro hizo estos anuncios, se informó que el traslado de nuevos autobuses para el transporte de turistas a la ciudadela fue temporalmente suspendido debido a un sabotaje en el tren que debía trasladarlos.


