Una mujer se presentó en la sucursal de Farmacias Ahumada situada en San Damián con Avenida Las Condes para recoger un preparado magistral de vitamina D3 que había sido indicado por el endocrinólogo pediátrico de su hija. Al recibir el medicamento, la mujer se percató de que la dosis era diez veces superior a la que había sido prescrita y que la receta que le fue devuelta estaba firmada por un médico diferente al que había tratado a su hija. Este descubrimiento llevó a la mujer a presentar una denuncia por falsificación de recetas médicas.
Tras la denuncia, la compañía inició una investigación interna que puso de manifiesto una práctica irregular en la dispensación de medicamentos. Un auxiliar de farmacia admitió que, debido a la pérdida de recetas, se rellenaban datos en talonarios en blanco con el fin de cuadrar las ventas de medicamentos controlados. Según su declaración, este procedimiento era una práctica habitual y contaba con la validación de la subgerente, quien también ocupaba el cargo de químico farmacéutico del local.
El método implementado tenía como objetivo que, en caso de una fiscalización por parte del Instituto de Salud Pública (ISP), los registros de recetas coincidieran con el stock de medicamentos disponible. Sin embargo, no se ha determinado desde cuándo se lleva a cabo esta maniobra ni si se utilizaba únicamente en situaciones de extravío, como afirmó el auxiliar, o si también se empleaba para la entrega de medicamentos sin una prescripción válida. Esta situación genera inquietudes sobre la posibilidad de que prácticas similares pudieran estar ocurriendo en otras farmacias del país, aunque la cadena no ha identificado casos análogos.
La rescatista María Cueto ha señalado que este alarmante suceso se repite en diferentes barrios de Santiago. En respuesta a la situación, Farmacias Ahumada tomó la decisión de despedir a dos empleados implicados, reforzó sus protocolos internos y presentó una querella criminal por falsificación de instrumento privado. Esta acción legal fue admitida por el 4º Juzgado de Garantía de Santiago el lunes, lo que abre la vía judicial para esclarecer las responsabilidades en este caso.
Consultada por Radio Bío Bío, la cadena expresó: “Condenamos enérgicamente lo ocurrido, pues más allá del ilícito, se vulnera la confianza de los clientes y los protocolos internos que mantenemos para prevenir estas situaciones. Apenas recibimos la denuncia, iniciamos una investigación que derivó en medidas disciplinarias, acciones legales y el refuerzo de nuestros procedimientos”. La compañía también añadió que mantiene un estricto cumplimiento de la normativa vigente y que continuará fortaleciendo y difundiendo protocolos sanitarios para asegurar la correcta dispensación de medicamentos seguros y eficaces.


